
“Hoy quiero un almuerzo muy criollo” has dicho alguna vez, con ansias de saborear un buen guiso, con papás, carne, mazorca o algún sabor que te evoque la comida tradicional.
Pero, realmente, ¿sabes de dónde proviene ese sabor criollo tan particular que disfrutamos en nuestra comida típica colombiana?
Pues bien, la palabra “criollo” surgió en la colonización europea en América para identificar a quienes nacieron en el Nuevo Mundo, pero cuyo origen era europeo.
Y es precisamente esa influencia de otras culturas en América durante la conquista, y en los siglos posteriores, que impulsó la cocina fusión, es decir, la construcción de una identidad culinaria basada en la abundancia y la diversidad de alimentos, preparaciones y métodos de cocción.
Hoy identificamos esa esencia propia como sabor criollo, pero muchos de los alimentos que consumimos a diario provienen de otros continentes.